El liceo gana entendiendo el partido

El Liceo sigue con su buena racha. Los huecos en el banquillo, esta vez el partido se jugó sin cambios, parecen arengar a los jugadores que madrugaron un domingo para jugar uno de los partidos más serios del año. Ante la eventualidad de aguantar 90 minutos con once, el equipo ha entregado el balón al rival, que poblaba el centro del campo, pero no generaba ningún tipo de peligro. Pronto una jugada trenzada entre Roro y Guille acabó con un nuevo gol del extremo que se encuentra en un gran nivel. Con 1-0 el guión no cambió. El Liceo no presionaba la salida y el rival no sabía qué hacer con la pelota. Fue en un córner en contra cuando Boente decidió que iba a ayudar a que su amigo Hugo abriese por fin la lata. Jugadón del dos que se la dio al delantero para que la empujara. Quedaban cinco minutos para el descanso y los naranjas decidieron que no se jugara más. A la vuelta de vestuarios se notó el cansancio y el rival encerró al equipo en su área, aunque los centros laterales no generaban peligro con un Eche que se mostró muy seguro. En un ataque rival Jorge cortó un cambio de juego, subió el balón controlado y se la pasó a Hugo que con la tranquilidad de haber abierto su tarro de goles decidió también optar al Puskas. Golazo desde 25 metros y un 3-0 que no se movería. Incluso pudo caer el cuarto, pero Roro no pudo poner la guinda a su gran partido en una clara llegada. Vives y Castillo, incansables en el medio siempre en inferioridad, se multiplicaron para cerrar el ataque de los contrarios, y la línea de cuatro volvió a mostrarse muy sólida. Primer partido sin encajar goles y un año 2020 en el que solo han batido al equipo desde los once metros. Comienza ahora la segunda vuelta a la que se llega con una buena dinámica y en la que el equipo quiere demostrar que los buenos resultados son posibles ante cualquier rival.